Mantén un estilo de vida saludable mientras trabajas

En mi camino ayudando a mis clientes a cambiar sus hábitos a unos más saludables, la preocupación que siempre escucho es lo difícil que es llevar un equilibrio entre el tiempo que esto requiere y la jornada laboral.

Entre los argumentos que suelo escuchar están los siguientes: no desayuno por falta de tiempo, solo hago dos comidas porque me la paso el día en reuniones, es más rápido comprar algo fuera, llego muy cansado o cansada a la casa para hacer ejercicios, se me olvida tomar agua, entre otros.

Definitivamente esto puede tener repercusión negativa tanto en tu salud como en tu trabajo.

¿Qué te puede estar pasando?

La falta de una vida saludable puede radicar en dos razones fundamentales: no tener  una meta clara, y no saber cómo y por dónde empezar.

Metas claras como punto de inicio

En relación con no tener una meta clara, te pudieras estar haciendo las siguientes preguntas ¿Estoy buscando bajar de peso, o es mejor enfocarme en bajar porcentaje de grasa? ¿Cómo aumentar mi concentración? ¿Cómo mejorar posibles condiciones de salud preexistentes (por ejemplo, diabetes, hipertensión, otras)? ¿Cómo aumentar la  energía y a su vez la eficiencia en mi trabajo? ¿Cómo llegar a la tercera edad teniendo un cuerpo sano y funcional sin agotarme de manera inmediata? o simplemente cómo mejorar mi apariencia física.

Tener la meta definida es importante, porque te permitirá trazar tu plan de acción el cual requerirá de tu parte tres elementos fundamentales: disciplina, consistencia y paciencia.

Planifícate y verás los resultados

La clave está en la organización y planificación. Planifica tus actividades en una agenda con el día y hora de cuando deseas realizar tus actividades cotidianas incluyendo el ejercicio físico.

Te recomiendo que en tu agenda que incluyas:

  • Compras de tus alimentos: Puedes emplear, por ejemplo, el sábado para ello con una lista previa de lo que quieres comer durante la semana.
  • Planificación de tus comidas: puedes emplear uno o dos días de la semana para cocinar. Asegúrate de incluir en tus comidas varias proteínas para que no te aburras por ejemplo pollo, pavo, res, mariscos etc. En cuanto a los carbohidratos, puedes incluir arroz, quinoa, papas, vegetales entre otros. Haz tu horario de desayuno, almuerzo o comida y cena e incluye la cantidad de agua que debes tomar.
  • Tiempo para ejercitarte: Separa un tiempo para ejercitarte haciendo una actividad física que te guste, respeta ese tiempo para ti y disfrútalo. Evita escoger una hora que sepas que no vas a poder cumplirla o que pudieras estarás cansado (a), por ejemplo, si no eres persona activa en la mañana o como se conocer en inglés “morning person”, ¡la mañana no será tú hora!

Para esto, puedes usar aplicaciones en tu teléfono que te ayuden a recordar la agenda. Empieza activando la alarma en tu teléfono como ayuda para crear el hábito y la disciplina.

Anímate y comienza hoy mismo

Comienza tu cambio de estilo de vida con pequeños ajustes en tu alimentación, aprendiendo a identificar y cambiar los hábitos que no contribuyen a mantener una vida saludable.  Recuerda que la alimentación saludable y la actividad física serán la llave del éxito.

El camino hacia una vida saludable comienza despacio; se consistente y enamórate del proceso. Rodéate de personas que persigan objetivos similares.

Por último, se disciplinado; como siempre me decía mi Sensei de jujitsu: “Disciplina es hacer lo correcto, ¡aunque no te guste”!

¡Invierte tiempo en tu salud ahora, y tendrás un mejor balance con tu vida laboral!

Hasta pronto!

Triana Bodden

PT NSCA Certified